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Boletín digital de Educación Integral en Sexualidad para América Latina y el Caribe

Haciendo camino al andar (2)

La ESI en el Nivel Inicial. Experiencias en formación docente permanente e inicial

Por Claudia Susana Pérez

Se presenta la experiencia de formación docente en el nivel inicial en la Ciudad de San Carlos de Bariloche, Provincia de Rio Negro, Argentina.

La implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en el nivel de educación inicial, se considera imprescindible, dadas sus posibilidades de incidir positivamente en el desarrollo integral de las /os educandos. En los primeros años de vida de las/os niña/os comienzan a configurar sus subjetividades, sexualidades e identidades. En este sentido, se considera que la inclusión de esta temática, tanto en la formación docente inicial (Institutos de Educación Superior), como en la formación docente en servicio, es fundamental para brindarles herramientas que les permitan lograr este fin.

En Argentina, a partir de la sanción en el año 2006 de la Ley N° 26.150 de ESI, se comenzó el largo camino de implementación. Se creó el Programa Nacional de ESI, se elaboraron los Lineamientos Curriculares (Ministerio de Educación de la Nación, 2008) y los materiales para su abordaje en los distintos niveles del sistema educativo, así como se pusieron en marcha numerosas instancias de formación para los/as docentes.

Este artículo trata sobre el abordaje la enseñanza de la ESI en la formación docente inicial (en el trayecto formativo de la carrera de Profesorado de Educación Inicial) y en la formación permanente con docentes en ejercicio, en la ciudad de San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro, Argentina

En los espacios de formación que se desarrollan en el trayecto formativo de la carrera de formación docente inicial y en los espacios de permanente se propiciaron metodologías que favorecieron la implicación de las/os docentes. Por ejemplo, se realizaron actividades de reflexión sobre sí misma/o, tanto para las/os estudiantes del profesorado, como para la/os docentes. En primera instancia se partió de las representaciones y concepciones de la sexualidad que tenía cada una/o, que permitieron descubrir contradicciones existentes y modelos hegemónicos que subyacen y que influyen en su tarea pedagógica.  

Para la formación se consideró que el marco legal, que encuadra la tarea de enseñanza de la ESI, la Ley N° 26.150 (2006). La misma plantea una postura de derechos y una concepción de sexualidad desde un enfoque integral, que trasciende la mirada exclusivamente biológica.

En esta línea se realizaron actividades que permitieron visualizar los cinco ejes conceptuales que conforman la ESI: valorar la afectividad, ejercer nuestros derechos, reconocer la perspectiva de género, cuidar el cuerpo y la salud, respetar la diversidad. En la educación inicial, se desarrollan centralmente y según los lineamientos curriculares, contenidos “que apunten a el conocimiento y exploración del contexto, el desarrollo de habilidades psicosociales, el conocimiento y cuidados del cuerpo y el desarrollo de comportamientos de autoprotección” (Ministerio de Educación de la Nación, 2008, pág. 17-19)

Se abordó el enfoque transversal y el específico para la enseñanza de la ESI. Sobre el abordaje transversal, se promovió poder analizar cómo cada institución educativa organiza los espacios físicos, los espacios de juego, la vida cotidiana de la misma, y a su vez, cómo cada docente organiza el espacio áulico. Reconocer estos aspectos en la vida cotidiana institucional es una de las claves para poder transformar la mirada y darle un carácter de promoción de la salud. 

Tal como promueve la currícula nacional, se abordó el cuidado del cuerpo desde todos sus aspectos, con una concepción de cuerpo que incluye las emociones y las cogniciones, un cuerpo en interrelación con otros/as, que pone en juego las habilidades psicosociales, un cuerpo historizado, influenciado por los estereotipos de belleza imperantes en la sociedad. Se enfatizó en los comportamientos de autoprotección que promueven medidas preventivas de posibles situaciones de abuso y vulneración de derechos.

Se promovió una mirada crítica frente a las estrategias metodológicas y recursos utilizados, por ejemplo, se interpelaron videos y cuentos, analizando que muchas veces contradicen lo expresado en la ESI o presentan ideas en extremo muy confusas.

La formación se basó en la perspectiva de género y de derechos, favoreciendo la reflexión sobre prácticas educativas que promovieran la equidad de género. Para esto se fomentó la identificación de lo que sucede habitualmente en el rincón de dramatizaciones, generalmente denominado “la casita”, mostrando la importancia de favorecer la participación de los varones en dicho espacio para promover la equidad de género en las tareas del hogar y los cuidados de las/os niñas/os.

Reflexiones finales: