← Boletín 8 - Mayo 2020

IntercambiEIS
Boletín digital de Educación Integral en Sexualidad para América Latina y el Caribe

Voces que transforman (1)

La salud sexual y reproductiva en tiempos de COVID-19: Evidencias, perspectiva y desafíos en América Latina y el Caribe

Entrevista a la Dra. Alma Virginia Camacho
Asesora Técnica Regional de Salud Sexual y Reproductiva, UNFPA- LACRO

Por: Equipo Editorial IntercambiEIS

¿Cuáles serían los ejes que le interesaría compartir ante la actual situación del COVID-19 y la salud sexual y reproductiva en las Américas?

En primer lugar, deseo presentar la situación de la salud materna y de la salud sexual y reproductiva en América Latina en el contexto del COVID-19, compartir las recomendaciones de la OPS/OMS para mitigar el riesgo de COVID-19 y proveer servicios de salud sexual y reproductiva esenciales. También, compartir las estrategias adoptadas por algunos países para superar estas barreras para la provisión de servicios de salud sexual y reproductiva, anticoncepción, información, salud materna y perinatal.

¿Cuáles son los problemas que más preocupan a UNFPA en el marco del COVID-19?

Algunos de los problemas que nos preocupan están vinculados con la provisión de servicios de salud sexual y reproductiva, y también con la demanda que se ha generado desde la actual pandemia, así como algunos recursos desarrollados justamente para confrontar esta problemática. Quiero comenzar con esta frase de la Directora Ejecutiva del UNFPA, Natalia Kanem, “Las mujeres, las niñas, los trabajadores de la salud no deben ser pasados por alto en la respuesta global COVID-19

¿Cuál es la magnitud del COVID-19 en América Latina?

El impacto con relación a la pandemia nos muestra una realidad que cambia minuto a minuto sobre las vidas humanas. Al día de hoy (2 de abril), tenemos más de 1.000.000 de casos confirmados por COVID-19 en América hasta el día de ayer, de los cuales 217 mil aproximadamente, corresponden a América Latina. El 86% y más de estos casos están en los Estados Unidos con alrededor de 4.565 muertes de las cuales ha habido un aumento del 25% en las últimas 24 horas. Algo que nos preocupa, es que no tenemos datos de COVID-19 en mujeres embarazadas.

El impacto económico, de acuerdo a la CEPAL en la contracción del producto interno bruto regional es del 1.8%, en el impacto social se prevé un aumento en la tasa desempleo del 10%, las personas pobres de la región aumentarían en 35 millones, las que viven extrema pobreza también aumentarán de 67 a 90 millones más o menos 22.6 millones.

¿Qué acontece con la salud sexual y reproductiva?

En cuanto al impacto en la salud reproductiva, se estima que por lo menos 18.000.000 de usuarias de anticonceptivos modernos que requieren el método anticonceptivo desde su gasto de bolsillo, discontinuarían su uso. 

La mortalidad directa por un brote, como la mortalidad indirecta por condiciones prevenibles y tratables, como vacuna u otros aumentan dramáticamente. Esto lo hemos aprendido de otras epidemias (ébola) en donde se registró un aumento significativo de la mortalidad materna (22%) y embarazos no intencionales (hasta el 200%).

En este contexto, los ministerios de salud y los servicios de salud tienen un desafío para poder equilibrar la demanda y responder directamente al COVID-19 al tiempo que están trabajando para mantener la prestación de servicios de salud esenciales tomando en cuenta la mitigación del riesgo y evitar el colapso del sistema de salud.

Nosotros hemos visto el colapso en Europa de los sistemas de salud de manera dramática y Estados Unidos está comenzando a enfrentar el problema, en Nueva York y en algunos países de nuestra región cuya capacidad de atender enfermos graves se reducen cada día. Otro importante punto a considerar en el marco epidemia es la disponibilidad de los insumos planificación familiar y otros insumos esenciales de salud sexual y reproductiva, que se afectan a medida que la cadena de suministros se tensa por la respuesta para responder a la pandemia.

¿Alguna consideración en particular sobre los servicios de salud?

Necesitamos promover la continuidad de los servicios de salud sexual y reproductiva en nuestra región. Hemos hecho un análisis de los países de la región y hemos encontrado que algunos países entran en una interrupción de los servicios, sobre todo de los servicios ambulatorios, es decir control prenatal, postnatal y control del niño sano. 

En otros países se han adoptado medidas relacionadas a las restricciones, hay países que atienden de 8 a 12, han disminuido los horarios de atención, otros países están manteniendo la continuidad de los servicios con muchas dificultades, pero los están manteniendo. También, y en ese sentido y en ese contexto, no solamente es la atención sino el acceso a tratamientos continuados, por ejemplo, de personas que tienen enfermedades crónicas, acceso a insumos de anticonceptivos y otros que son fundamentales para mantener la salud de las personas.

¿Qué opinión le merece el incremento de la violencia de género dentro de la actual pandemia?

En término de violencia de género hemos identificado que hay una débil respuesta, en otros países la respuesta es nula en el momento justo que las mujeres y las niñas necesitan más de estos servicios sobre todo porque varios países de la región han adoptado medidas de confinamiento total o de cuarentena absoluta. Las mujeres embarazadas que necesitan atención prenatal, no están seguras de ir a los servicios porque desconocen la seguridad que se están ofertando ya que se correlaciona con el contagio del COVID. Hay una autolimitación de las personas para asistir a los servicios a pesar, que como decía anteriormente, en algunos países están abiertos los servicios y están asegurando continuidad de atención.

Las niñas y las mujeres que viven en este momento en relaciones abusivas están atrapadas en sus casas temiendo tremendamente por su seguridad, y con muy poca respuesta al problema en este momento. También no debemos olvidar los migrantes que viven situación humanitaria donde el acceso a servicios básicos, o medidas de distanciamiento social, simplemente no son una opción. 

Las personas mayores y las mujeres adultas mayores están atrapadas en algunos casos con interacciones muy limitadas y situaciones de vulnerabilidad frente a la enfermedad.

¿Algunas consideraciones con respecto a la continuidad de los servicios esenciales en SSyR?

Una de las grandes recomendaciones que tenemos en este momento es mantener la continuidad de los servicios esenciales en salud sexual y reproductiva. No deben suspenderse y deben reorganizarse de acuerdo al contexto local y la magnitud de la epidemia. Para ello, mantener los servicios significa también estudiar y explorar diversas modalidades de atención ya sea a través de la distribución comunitaria de insumos, atención en domicilio, el uso de los hogares maternos para asegurar que las mujeres de alto riesgo obstétrico están cerca de los hospitales donde pueden recibir atención en el momento que lo precisen, información a través de canales, redes sociales y comunitarias, promotores de salud, clínicas móviles, etc. Hay una serie de estrategias que algunos países ya han comenzado a adoptar y adaptar de experiencias de Europa y de la China para asegurar la mantención de estos servicios. 

Y, por último, quiero priorizar la protección de los trabajadores y las trabajadoras de la salud en particular de las parteras profesionales donde hemos observado que en algunos países siguen atendiendo embarazadas, siguen atendiendo el parto y posparto sin ningún tipo de protección personal. Por lo tanto, una recomendación es que se les debe proporcionar equipos de protección personal, sobre todo si están tratando con pacientes confirmados o sospechosos de COVID-19 o sin sospecha. En los últimos días hemos escuchado por el mundo científico de que el número de asintomáticos es mucho más alto de lo que se pensaba, por lo tanto, es una fuente importante de contagio en este momento. Por lo tanto, proteger a todos los trabajadores de la salud y a las personas que asisten a los servicios de salud con equipo de protección personal se constituye en una necesidad urgente.

Quiero terminar con este mensaje que los servicios de salud sexual y reproductiva incluida la atención prenatal y materna salvan vidas y deben permanecer accesibles. Tenemos que prestar especial atención para garantizar también la atención a las poblaciones más vulnerables, las personas que viven con discapacidades, las personas que viven con VIH, indígenas afrodescendientes y los que viven en la mayor pobreza no pierdan el acceso a estos servicios.