Aldo Ferrer (1927- 2016): un referente del pensamiento nacional

Aldo Ferrer fue un intelectual de raza que hasta los últimos días de su larga y fructífera vida siguió dando conferencias, participando en debates, escribiendo y presentando libros propios y ajenos. Un intelectual claramente definido en la heterodoxia económica, integrante cabal del pensamiento nacional, que desde sus inicios en la academia, con la escritura de su tesis de doctorado (“El Estado y el desarrollo económico”) advertía que las políticas de mercado eran una traba al desarrollo de la Argentina.

Ocupó su vida académica y profesional en construir una mirada centrada en la periferia que rechazara el pensamiento creado en los países centrales que sostiene que las economías crecen sólo mediante la acción del libre mercado. Contrariamente, el objetivo que se trazó fue discutir, teorizar y aplicar un modelo autónomo de desarrollo del capitalismo argentino, que puede sintetizarse en su libro “Vivir con lo nuestro”, en el cual se parta de la estructura económica y los sujetos sociales existentes para, a partir de ahí, entender las limitaciones que sufre periódicamente nuestro país en sus posibilidades de desarrollo y buscar superarlas a través de una dinámica que permita el desarrollo de la sociedad en su conjunto. No casualmente, sus pasos por la Universidad de Buenos Aires lo incluyeron como profesor de la asignatura Estructura Económica Argentina.

Una de sus últimas publicaciones, “El empresariado argentino” (2014), estuvo dedicada a abordar uno de los principales problemas de la economía argentina en las últimas décadas, la escasa propensión que tiene el capital que opera en la economía a reinvertir el excedente. En su esquema, la falta de inversión interna producto de la fuga al exterior del excedente generado en la argentina es un escollo para el desarrollo económico ya que el ahorro que se fuga al externo y el consecuente endeudamiento, generaban mayor dependencia. Recuperando las visiones estructuralistas, afirmaba que el objetivo de las políticas públicas debe ser generar condiciones macroeconómicas y mesoeconómicas para fortalecer el desarrollo industrial en la medida en que posibilitaría revertir el deterioro de los términos de intercambio, otro de los mecanismos por los cuales la economía pierde las divisas para financiar el desarrollo.

Junto a otros destacados economistas, algunos de esta institución (como Enrique Arceo, Daniel Azpiazu y Eduardo Basualdo), integró el Plan Fénix que surgió antes del estallido de la convertibilidad con el objetivo de presentar una alternativa heterodoxa que rompiera con el oscurantismo del pensamiento único neoliberal que tenía como único norte mantener el esquema de una economía desregulada con servicios públicos privatizados y que cubría el déficit externo e interno a través de mayor emisión de deuda externa y apego incondicional al Fondo Monetario Internacional.

Ayer se fue otra de las personas que buscó caminos de pensamiento por fuera de los impuestos por los grandes centros de poder dominantes a escala global. Uno de los pensadores que se trazó como objetivo un desarrollo autónomo de la Argentina con una distribución más equitativa del ingreso.