Más responsabilidad para los maestros

Guillermina TiramontiMás responsabilidad para los maestros
Columna de opinión de Guillermina Tiramonti, investigadora del Área Educación.
Publicado en La Nación el 12 de septiembre.
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La escuela moderna estableció una asociación directa entre déficit de aprendizaje y déficits individuales de los alumnos y entre éstos y el castigo. De modo que quien no aprende tiene algún problema que debe purgar con un castigo que puede ser el aplazo, la repitencia o la pérdida de la escolarización. Desde esta perspectiva, los alumnos son punibles por sus resultados. La propuesta pedagógica es igualmente buena para todos los alumnos y por tanto cuando no se logra el objetivo, la falla es del alumno.

Una reciente resolución de la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires desafía esta relación e invierte el razonamiento. Plantea que todos los alumnos pueden aprender y que por tanto cuando esto no sucede la escuela y el equipo escolar deberán generar propuestas pedagógicas alternativas para que los alumnos alcancen las metas de aprendizaje establecidas y solo en última instancia se apela a la repitencia.

En virtud de este principio: todos pueden, lo que fallan son las estrategias pedagógicas y, por tanto, se deben procurar alternativas para lograr los objetivos de enseñanza.

La resolución divide la educación básica en dos ciclos: el primero abarca los dos primeros grados que son construidos como una unidad pedagógica para la que se establecen metas de aprendizaje que podrán ser adquiridos a diferente ritmo por los alumnos a lo largo de los dos años.

Se propone, además, una evaluación permanente que informe al docente sobre la situación de cada uno de los alumnos. Recién al final del segundo año se decide o no la promoción, o sea, el paso al curso posterior.

Si persisten las dificultades se habilitan actividades previas al inicio del año siguiente para intentar subsanarlas. Solo si esto no se logra se recurre a la repitencia. Esta misma estrategia se repite en el paso de cada uno de los grados que componen el segundo ciclo que abarca de tercero a sexto grado.

La resolución avanza, a mi criterio acertadamente, en la asignación de responsabilidades a la escuela por los resultados de su tarea.

Sólo cabe señalar que es importante garantizar que la lectura que hagan las instituciones esté alineada con el propósito de procurar estrategias pedagógicas alternativas para alcanzar mejores resultados y evitar que se profundicen las tendencias ya instaladas de mantener la escolarización de los alumnos sin que esto importe desarrollo de las habilidades cognitivas que se requieren en la actualidad.