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Boletín digital de Educación Integral en Sexualidad para América Latina y el Caribe

Por Laura Crespi

Elaine Feliz se presenta como conferencista, educadora sexual, directora del sitio Rexpuestas, periodista de Salud, publicista y bloguera. Vive y trabaja en República Dominicana, donde desde hace años lleva a cabo diferentes acciones y propuestas de Educación Sexual Integral (ESI). Consciente  de la situación de las y los  adolescentes de las diferentes regiones del país, Elaine es la impulsora del proyecto “Escuelas Amigables”, el cual pretende ser un referente en cada comunidad, promoviendo la ESI y los derechos sexuales y reproductivos del estudiantado. 

Elaine actualmente trabaja la ESI en diferentes centros educativos del país, utilizando como elemento disparador una conferencia- taller que brinda a adolescentes de las instituciones educativas que la convocan. Allí se encuentra con una realidad muy dura en cuanto al ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes, y en especial, de las jóvenes: en una misma conferencia puede encontrarse con varias adolescentes que están transitando un embarazo. La mayoría de ellos no planeados, algunos, incluso, producto de una situación de de abuso y violencia sexual. Además de la conferencia, indaga sobre cómo es el acceso a diferentes servicios de salud, justicia y educación. A partir de ese trabajo es que puede distinguir principales obstáculos, facilitadores, posibilidades y proyectos a construir…    

Elaine: “Nosotros somos una empresa privada que inició como una revista de circulación nacional, luego entonces evolucionamos a una página web y posteriormente a un  programa de televisión. Hemos ido ampliando…”

Al momento de distinguir obstáculos para el desarrollo de la ESI, refiere a ausencia de ley de ESI, lo que se vincula con la falta de entrenamiento de profesionales de la salud y educación, es decir, quienes tienen mayor contacto con las y los adolescentes. La ausencia de protocolos de intervención y el gran desconocimiento terminan favoreciendo la desconexión entre situaciones de vulneración y el acceso a la justicia:

E: “En las conferencias que realicé observé que no hay apoyo a las chicas embarazadas, no hay una garantía de que recibirán  apoyo económico ni psicológico luego del parto, no circula información sobre qué hacer cuando una joven queda embarazada. 

Por otro lado, a nivel legal tenemos leyes contra violencia de género y abuso sexual. Está tipificado y la fiscalía está entrenada en eso, el problema es que docentes y orientadoras no tienen un protocolo de acción. Tienen el caso, por ejemplo, una chica que fue víctima de abuso, le dan consejería en el centro escolar, pero ellas no tienen las herramientas para accionar, para contactar a alguien en la fiscalía que pueda darles seguimiento. Para realizar la denuncia es necesario que un adulto la promueva o que vaya a la fiscalía, haga la denuncia y pueda abrir un caso, y no se lleva a la práctica porque no están entrenadas. No basta con un consejo, con una orientación. Insisto en que faltan protocolos, una estrategia de acción cuando se presenta un caso, porque las leyes están, los profesionales de la fiscalía están, pero no hacemos nada si los casos no llegan”  

Laura: ¿Por qué crees que existe esta desconexión tan grande entre una ley en relación a la violencia sexual y el ejercicio de las orientadoras?

E: “Lo que impera es el prejuicio. Esas educadoras no tienen  un entrenamiento para identificar que eso que está sucediendo allí es abuso, porque el  abuso se normaliza en una sociedad en donde se les enseña a ellas que es normal que eso suceda, porque lo ven  a diario. En el caso de una de las chicas que se nos acercó, casada con un señor de 45 años,  lo primero que nosotros identificamos es que  eso es abuso. Ante esa definición, las orientadoras me dicen: “es que la adolescente está enamorada de ese  señor, y los padres la apoyan (porque el señor mantiene a la familia)” ¡Eso es explotación sexual!...Entonces comenzamos a aclararle el tema  y lo que sucede es que ellas se asombran, porque ellas no sabían la gravedad del caso.

Uno de los grandes objetivos de las conferencias es sensibilizar e informar a las orientadoras y educadores. Darles herramientas para hablar, explicar, para dar respuestas, información, materiales… Para eso también tenemos la página web. Le dejamos material para que puedan leer y puedan entrenarse, aunque lo que debería suceder es que el sistema educativo ofrezca ese entrenamiento. Nosotros (Rexpuestas) no pertenecemos al Estado, pero obviamente, sí estamos creando, por lo menos el reclamo de que sí es necesario. Logramos que esos chicos y esas chicas tengan acceso a una información que les puede salvar la vida.

La mayoría de los centros educativos lo que quieren es que promovamos solo abstinencia, porque impera la influencia religiosa en el ámbito escolar, por lo que muchas veces las conferencias son un reclamo de una maestra que la solicita porque está cansada de recibir adolescentes embarazadas, y casos que no puede manejar.

L: En los centros educativos, ¿se aborda el tema “métodos anticonceptivos”?

E: “No. Un ejemplo para que entiendas: nosotros como Rexpuestas teníamos un programa de televisión sobre educación sexual y en uno de los programas invitamos a la referente del Programa llamado “Bebé, piénsalo bien”, perteneciente a la Vicepresidencia. Es un Programa donde le prestan a los estudiantes unos bebés robots que tienen para que los y las adolescentes lo cuiden durante el fin de semana. Ese bebé llora, hace cosas como si fuera un bebé real. El Ministerio tiene un reporte sobre cómo el o la adolescente cuidó a  ese bebé, a fin de sensibilizarlos en el tema del embarazo. En esa entrevista le dije: “perfecto, pero ¿ustedes les enseñan a los adolescentes los diferentes métodos anticonceptivos, cómo se utilizan, cuales tenemos disponibles en el país?” A lo que ella me respondió “es que está prohibido desde el gobierno hablarles a los adolescentes de métodos anticonceptivos, sólo promovemos la abstinencia…”

Cuando los y las adolescentes viven en un lugar más pequeño, a la falta de información sobre métodos anticonceptivos se le suma un conflicto más, vinculado con la falta de confidencialidad:

E: “Luego de mi conferencia se me acercan algunas adolescentes y en las preguntas anónimas que recibo al final, me preguntan, por ejemplo: “Elaine, quiero utilizar tal método, por ejemplo el DIU, ¿A dónde voy?...” Cuando las refiero al hospital, me dicen: “la persona que atiende en el hospital es mi tío, o me conoce y se lo va a decir a mi papá”. O sea, no hay un centro de atención integral que reciba a las y los adolescentes y que cumpla sus derechos.”

A partir de esta compleja situación, pero con un largo camino transitado, es que desarrolló el proyecto “Escuelas Amigables”, desde el cual se pretende superar estas dificultades mencionadas…

E: “La idea ahora es implementar mi trabajo final del posgrado, lo que llamé “Escuelas Amigables”. Que puedan ser escuelas identificadas en las comunidades, un proyecto más amplio. Donde haya una aplicación digital, donde los chicos puedan hacer preguntas anónimas y podamos responderles de una forma instantánea, donde adolescentes puedan acceder a condones, que sean instituciones referentes dentro de esas comunidades ofreciendo conferencias  para los adultos, talleres para adolescentes… Es un proyecto más grande, obviamente tendría que comenzar por etapas.

Por primera vez, en los 10 años que tenemos trabajando este tema, nos contactó el gobierno, a través del Ministerio de la Juventud…¡Por fin! Entonces le solicité a la Ministra: “cuando yo trabaje en una comunidad de adolescentes, hace falta dejar en esta comunidad un equipo de apoyo” De allí surge el pedido de ir con una ambulancia móvil que tenga médicos entrenados para  hacer cualquier tipo de pruebas pero también que allí se entreguen métodos anticonceptivos, que quienes lo deseen, puedan hacerse un Papanicolau o un chequeo de su salud sexual y reproductiva. Está entonces la posibilidad de que, luego de la conferencia, podamos entregar tickets a quienes les interese, para que puedan acercarse de manera anónima a la ambulancia y acceder a métodos anticonceptivos o a los servicios que podamos ofrecerles.

La Ministra nos dijo que es posible iniciar con dos “Escuelas Amigables”. Eso me tiene muy emocionada, pero insisto que necesitamos más personas haciendo este trabajo. Lo ideal sería que pudiéramos diseñar una forma para que haya multiplicadores de esto y que generemos un cambio en diferentes aspectos…”

L: ¿Es un proyecto que involucra a Educación y a Salud?

E: Y más también…El Ministerio de la Juventud tiene lo que se llama “Casas de jóvenes” en esas comunidades, que son jóvenes líderes que se convierten en multiplicadores y líderes en temas específicos, de incidencia. Luego de la conferencia podríamos presentar a los chicos y chicas que son líderes en esa comunidad, y a la vez  llevar personal de los hospitales para que pudieran tener un enlace con esos líderes. Así podría haber un seguimiento del tema de planificación familiar y de identificación de casos en esa comunidad. 

L: ¿“Escuelas Amigables” también está dirigido al conjunto de profesionales de las distintas instituciones?

E: “Lo que estamos buscando es que desde las Escuelas Amigables podamos entrenar al personal médico de las comunidades, pero también al personal que trabaja en las fiscalías, para que pueda manejar los casos de abusos sexual y también a los periodistas, para que puedan reflejar a través de los medios, lo mismo que estamos promoviendo, que es una educación sexual integral y la promoción de derechos humanos. Queremos que se convierta en un espacio donde los chicos que viven en un barrio, que viven en un entorno vulnerable se puedan sentir seguros y acogidos. Estamos buscando  que lo vean como un respiro en el ambiente hostil en el que viven, ya que habrá actividades recreativas y deportivas desde las cuales también promoveremos la ESI.” 

L: ¿Y en qué localidades trabajarían?

E: “Al Ministerio le interesa que desarrollemos el trabajo en dos comunidades por mes, y quieren hacerlo en todo el país. Son comunidades de muy escasos recursos, son provincias…República Dominicana es un país pobre, en su gran generalidad, con una población  de más del 80% que tiene un acceso económico bajo. El Ministerio de la Juventud está enfocado en poder llegar a esas comunidades en un período de dos años, vamos a ver con qué iniciamos. Ya fuimos a una comunidad…”   

L: ¿Hay algunas organizaciones que podrían funcionar como facilitadoras del proyecto?

E: “Si, Profamilia está haciendo un trabajo maravilloso. Es una ONG enfocada en derechos sexuales y reproductivos, tiene clínicas que son una maravilla…Es un referente en el tema de educación sexual. El problema es que son pocas clínicas en el país para todo eso. Tenemos a Plan RD también, que trabaja el tema de explotación  sexual, que es otra ONG buenísima. Hizo una iniciativa bellísima, que se llamó “La peor novela”: eran capítulos como si fuera una telenovela (que se transmitía por televisión nacional y se publicaba en las redes sociales) de niñas que eran casadas y que vivían un infierno porque eran explotadas. Generó una sensibilización bastante buena, pero ya se terminó…

También a Conavihsida que trabaja con el tema de VIH/Sida, con la entrega de condones… Hay muchas organizaciones que tienen muchos años trabajando, inclusive el mismo Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)…

La intención con Escuelas Amigables, es que podamos trabajar en red, que no trabaje Profamilia sola, que no trabaje Plan RD sola,  sino que podamos unirnos todos y cada uno pueda aportar.  Por eso es que Escuelas Amigables aspira a un trabajo en conjunto. El objetivo es que al final de cuentas se traduzca comunidades más sensibilizadas en el tema.” 

L: ¿Con qué otros facilitadores crees que te vas a encontrar en cada lugar?

E: “Yo estoy contando con las Casas de la Juventud. Se me llenaron los ojos cuando me hablaron de jóvenes que son líderes, porque eso para mí es oro en un país adultocéntrico. Necesitamos juntarnos con esos líderes para que puedan identificar quienes están allá, actores que puedan ayudar en el proceso. Que no haya que sensibilizar, que ya tengan algún tipo de entrenamiento, que hayan salido de alguna de las ONG o que tengan alguna información sobre el tema, que puedan llevar los lineamientos para poder seguir, basados en derechos, no en prejuicios. Casi siempre me encuentro con los mismo: adultocentrismo, prejuicios, poca información de los derechos sexuales y reproductivos de los y las adolescentes. 

L: ¿Y cuáles crees que son los principales obstáculos con los que se van a encontrar?

E: “Vamos a encontrarnos con la iglesia. Ese es el principal obstáculo. Es un tema, porque este no es un país laico. En la Constitución Nacional dice que somos laicos, pero el gobierno le rinde todas las explicaciones del mundo a la iglesia. Es un país donde el nivel educativo no es alto y predomina el prejuicio, el oscurantismo, todo ese halo de misterio, es un tema que sigue siendo un tabú…Hemos avanzado, pero las escuelas, en su mayoría, tienen  formación religiosa muy marcada. La falta de entrenamiento de los tomadores de decisiones a nivel político es otro importante obstáculo. No están sensibilizados en el tema. Es un país sexista, machista, donde quienes toman decisiones son hombres, donde el patriarcado es el oxígeno que respiramos, y donde el empoderamiento basado en  derechos humanos se puede ver como una rebeldía.”

L: ¿Qué aspectos crees que se pueden replicar en otros lugares? 

E: “El proyecto Escuelas Amigables es una propuesta indecente para jaquear el sistema educativo nacional, porque el proyecto de educación sexual el gobierno lo tiene engabetado desde hace 10 años, y no hay forma de que salga de las vueltas de la burocracia. Entonces la propuesta es que no esperemos que desde el gobierno decidan hacerlo en el 2050… La tasa de embarazo adolescente que tenemos es horrible, y necesitamos ya hacerlo. ¿Cuál es la propuesta? Que “Escuelas Amigables” se convierta en  un proyecto  que con los resultados que se generen con el monitoreo constante podamos incidir en las políticas públicas a favor de la ESI en nuestro país.