← Boletín 9 - Julio 2020

IntercambiEIS
Boletín digital de Educación Integral en Sexualidad para América Latina y el Caribe

Aportes de la investigación

Por Ma. Fernanda Porras Serrano y Daniela Alvarado Rodríguez

Los discursos de docentes y la violencia sexual contra las niñas y mujeres en la frontera del norte ecuatoriano. Una naturalización pedagógica de la violencia sexual.

Resumen:
Este artículo plantea una reflexión sobre los discursos de docentes que naturalizan la violencia sexual contra las niñas y mujeres de la frontera norte ecuatoriana, responsabilizándolas por el cometimiento de los actos violentos y dejando en total impunidad a los agresores. Plantea además una mirada sobre cómo estos discursos forman a estas generaciones de estudiantes.

Palabras clave:
Discurso docente, naturalización de la violencia sexual, Educación Integral de la Sexualidad, desigualdad de género, vulneración de derechos.

Entrada de colegio

Imagen que consta en la entrada a un Colegio Público (el más grande) de la ciudad de Lago Agrio, Capital de Sucumbíos  (provincia amazónica y fronteriza al Norte de Ecuador)

La Educación Integral de la Sexualidad (EIS) es una práctica curricular en disputa, en constante transformación y por lo tanto en permanente cuestionamiento desde la política educativa y la sociedad en general. En este artículo proponemos una reflexión a partir de la investigación psicosocial. Los resultados obtenidos reflejan los discursos vigentes de las y los docentes que transmiten y reproducen una enseñanza que naturaliza las prácticas y percepciones sobre la violencia sexual contra las niñas y las mujeres.

En el Ecuador se concibe de manera formal a la EIS en el año 1998, con la Ley 73 o Ley de educación de la sexualidad y el amor. Anteriormente se realizaron varias estrategias impulsadas por el Ministerio de Salud, con un enfoque biologicista sobre la educación sexual para las y los adolescentes. A partir de ese año, hubo múltiples intentos para implementar una política integral relacionada con la EIS, sin lograr (en 22 años) institucionalizarla en el sistema educativo nacional.

Desde 1998 hasta 2014 fueron varias las estrategias planteadas de EIS, enmarcadas desde un enfoque de derechos y con un abordaje biopsicosocial de la sexualidad. Entre estas se pueden citar PLANESA1, PRONESA2 y ENIPLA3. Sus principales líneas de acción planteadas fueron: formación docente, adaptaciones curriculares, participación ciudadana de la población estudiantil y trabajo con familias. Se implementaron además procesos de formación a docentes sobre la prevención de la violencia sexual, que interpelaban discursos naturalizadores de las múltiples manifestaciones de violencia en el ámbito educativo, cuestionando roles y estereotipos que refuerzan desigualdades de género y vulneran derechos de toda la comunidad educativa. Los programas implementados no pudieron universalizarse para todo el personal docente, y tampoco pudieron ser evaluados ni tuvieron continuidad, pues esto dependía directamente de la voluntad política de gobiernos y autoridades de turno.

En 2014, desde el Gobierno Nacional se impulsó una estrategia de enfoques opuestos a la anterior política ENIPLA, denominada Plan Familia, y fundamentada en una perspectiva conservadora que planteaba por sobre todo la exclusividad de la familia tradicional para abordar los temas relacionados con la sexualidad de niñas, niños y adolescentes. Adicionalmente, anulaba el protagonismo y la posibilidad de tomar decisiones informadas de las y los adolescentes sobre su sexualidad, aplacando sus sentimientos, su voz y sus pensamientos, y eliminando también todos los planteamientos de una ESI que reconoce las identidades de género, que propone una educación sin prejuicios, que no tolera la discriminación y mucho menos las manifestaciones de violencia (Burneo, Córdova, Gutierrez y Ordóñez, 2015).

Posteriormente, en el año 2017, y como consecuencia nuevamente de un cambio de Gobierno, se deroga esa política y en el año 2018, se vuelve a plantear una estrategia intersectorial de prevención del embarazo en niñas y adolescentes, que recupera los planteamientos sobre una EIS fundamentada en el marco de derechos humanos, reconociendo a los derechos sexuales y derechos reproductivos como fundamentales para garantizar una vida libre de violencias. En pocos años, han existido discursos y mandatos contradictorios alrededor de lo que se quiere y hacia dónde apunta una política de EIS. Estos cambios han generado poca claridad acerca del enfoque, objetivos y acciones priorizadas en el ámbito educativo y en articulación con otros sectores, lo que ha causado que las acciones del personal docente en este campo sean arbitrarias y carentes de un acompañamiento adecuado.

Por otro lado, y en esta misma línea del tiempo, Ecuador empieza a registrar un incremento en la tasa de embarazo en adolescentes y sobre todo de niñas menores de 14 años. Así mismo, hay mayores reportes de casos de violencia sexual e intentos de suicidio en población adolescente. Se identifica entonces la necesidad de nuevas investigaciones con espeficidades territoriales para entender las dinámicas actuales de la violencia sexual en el país.

A partir de las preguntas de investigación sobre cuáles son las principales condiciones y dinámicas de la violencia sexual que influyen en la vida de las niñas y adolescentes de las provincias de Frontera Norte y sobre cuáles son las consecuencias y afectaciones que han tenido, se realizó un levantamiento de información cualitativa sobre la base de herramientas metodológicas: grupos focales; entrevistas en profundidad con actores sociales que trabajan en la atención de estos casos; representantes de la sociedad civil y estudios de casos a partir de historias de vida de adolescentes pertenecientes a 7 localidades de 3 provincias seleccionadas para el estudio. A través de estos acercamientos, se trabajó con los aportes discursivos y narrativos de las personas participantes de diversas comunidades y contextos, sobre todo del sector educación y salud, lo cual permitió contar con una mirada integral y comprensiva de su realidad.

Durante esta investigación se evidenció que las y los docentes no tienen claridad respecto a los enfoques que deben promoverse en la implementación de la EIS, y por el contrario mencionan que todo “ese discurso impulsado por el gobierno de turno”4 ha generado muchos inconvenientes para el abordaje de un tema tan importante como es la sexualidad. Así, por ejemplo, un docente menciona:

Tanto nos han obligado a hablar de sexualidad, del placer, de los derechos, que ahora es muy complicado poder hablar de los deberes y responsabilidades que tienen que tener los jóvenes, no hay un límite, están desbordados, perdidos en ese discurso de los derechos (Docente, Tulcán).

Este tipo de discurso, promovido por los y las docentes, genera prácticas, actitudes y subjetividades que se van legitimando entre todos los actores de la comunidad educativa, especialmente entre estudiantes. Se considera, entonces, que los derechos humanos y específicamente los derechos sexuales lo único que han generado es un descontrol, libertinaje y falta de responsabilidad y, por lo tanto, son perjudiciales.

Por otro lado, se evidencia una carga de prejuicios y sanciones morales cuando se trata de los comportamientos y formas de vincularse de las niñas y adolescentes:

Ellas dan apertura a todas las personas que se les acercan sin mirar los peligros que pueden haber. La ingenuidad hace que ellas accedan a muchas cosas que no son adecuadas para su edad (Departamento de Consejería Estudiantil [DECE], Esmeraldas).

Este tipo de comentarios ponen en evidencia la responsabilidad que se les otorga a las niñas y adolescentes de las situaciones riesgosas a las que se enfrentan, omitiendo o invisibilizando la intervención y protagonismo que tienen sus agresores, estos que “abusan de su ingenuidad”. En las 3 provincias, se identifican discursos desde el sistema educativo (Docentes y DECES) que culpabilizan a las niñas y adolescentes por los peligros a los que se exponen, por vivir su sexualidad con mayores libertades, por mantener vínculos con hombres adultos, por quedarse embarazadas, por ser víctimas de violencia sexual o por no tener todas las herramientas para poder prevenir cualquier caso de vulneración de derechos, e incluso por intentar quitarse la vida cuando no encuentran otra respuesta posible. Algunos testimonios ejemplificadores:

Para ahorrarse el pasaje del bus, si alguien se ofrece llevarles se suben al auto sin medir riesgos, muchas veces han sido víctimas de violencia por no medirse.

O también:

La pobreza no es un factor determinante para irse con hombres que las mantenga. Hay chicas que tienen recursos y lo hacen también por conseguir un estatus, por tener ropa nueva, por estar a la moda, por ser independiente y hacer lo que les dé la gana.

Estas manifestaciones exponen la realidad de las niñas y adolescentes: las causas estructurales de la violencia no se evidencian; tampoco se cuestionan las relaciones de desigualdad de poder que definen la imposibilidad de que puedan tomar decisiones sobre sus relaciones con otrxs, con su cuerpo, su sexualidad y su vida. Así, en un contexto social en el que priman las relaciones adultocéntricas, patriarcales, machistas, clasistas, racistas y excluyentes de la diferencia, se profundiza la vulnerabilidad y riesgos de las niñas y adolescentes.

Las chicas llegan al embarazo por la condición económica, no hay trabajo y ellas buscan cómo unirse a un hombre que las ayude a salir de la pobreza. De ahí los embarazos tempranos. Lo más fácil para ellas es graduarse de madres (Representante DECE).

Se ha naturalizado tanto la violencia y sus causas estructurales, que se presenta la problemática del embarazo como responsabilidad o irresponsabilidad única de las niñas, adolescentes y mujeres. Estas maternidades aparecen entonces, como si fueran actos conscientes, deseados y hasta en algunas ocasiones planificados.

ALGUNAS CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Este análisis del discurso de las y los docentes nos permite evidenciar que la función formadora, ejemplificadora y protectora que deberían ejercer en el aula, no se enuncia y más bien se reproducen los efectos discursivos de las prácticas abusivas y estigmatizantes que se generan en el proceso educativo. Este tipo de comentarios, vertidos como si fueran verdades absolutas, demuestran que desde la docencia no se protege a las niñas y adolescentes. Por el contrario, se refuerzan estereotipos que generan relaciones desiguales de poder y se culpabiliza a las víctimas.     

Se deben sostener procesos de formación para docentes que promuevan una reflexión profunda sobre el rol que debe tener el personal docente para la construcción de una pedagogía que priorice la justicia social, la igualdad de género, la libertad de las personas y el pleno ejercicio de los derechos humanos.

Finalmente, se deben promover investigaciones que aporten al desarrollo de estrategias de implementación de la EIS y la prevención de la violencia sexual contra las niñas y mujeres en contextos complejos como la Frontera Norte Ecuatoriana, la cual está marcada por varias dinámicas complejas como conflictos armados, narcotráfico y personas en situación de movilidad humana en condiciones de extrema vulnerabilidad, entre otros.

  1. Plan Nacional de Educación de la Sexualidad y el Amor, 2000.
  2. Programa Nacional de Educación de la Sexualidad y el Amor, 2003.
  3. Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo en Adolescentes, 2011.
  4. Entrevista a docente de la ciudad de Tulcán, Ecuador.