Voces que transforman
Entrevista a Mary Guinn Delaney
En esta sección, Mary Guinn Delaney, Asesora Regional en Educación Para la Salud y Bienestar ORELAC/UNESCO, relata los resultados del informe de la situación de los varones en la educación, y la importancia de la EIS para abordar los desafíos que esta presenta en materia de género.
¿Cuáles son los principales hallazgos del informe publicado recientemente por UNESCO sobre la situación de los varones en la educación?
El estado de los niños varones en la educación me ha llamado mucho la atención, el informe se hizo a nivel global y los resultados nos ponen unos desafíos muy importantes en nuestros temas de Educación Integral de la Sexualidad, en educación en ciudadanía y convivencia.
El informe “No dejar a ningún niño atrás: Informe mundial sobre el abandono escolar de los varones, resumen” UNESCO, fue lanzado en abril del 2022 y se realizó a partir de los resultados de un proceso de investigación original de 3 años, un proceso de investigación que recoge evidencia cuantitativa y cualitativa de 140 países. Incluye cinco estudios de casos en Fiji, Kuwait, Lesotho, UAE, y Perú en nuestra región.
Dada la magnitud de este estudio participaron muchos socios que se mencionan en el documento y también equipos de consultores.
En el estudio se identificaron buenas prácticas, las tendencias y una mirada bastante detallada de los factores que inciden en la participación de niños varones y los resultados de aprendizaje.
Estos resultados coinciden con las pruebas regionales que la Oficina de UNESCO (prueba estandarizada) realiza en 16 países de la región, que mide resultados de aprendizaje en niñas y niños de 3ro y 6to grado. El presente estudio arroja que son más de 132.000.000 de niños que no están en las instituciones educativas a nivel mundial. Al ver los porcentajes por nivel educativo se observa la cantidad de varones que están por fuera del sistema educativo por nivel y por región: el 16% son de primaria, el 23% son de secundaria básica y el 61% de secundaria superior.
De acuerdo a los datos, a nivel global, en el segundo ciclo de educación secundaria tenemos un gran problema, porque la gran mayoría de los varones abandonan y no están en el sistema educativo, y esto implica muchos desafíos para adelante.
El Estudio también muestra que es muy probable, que niños varones repitan algunos grados en educación básica. La repitencia implica un estigma social y reproduce condiciones que no se abordan con solo obligar a niños varones a volver a cursar un año escolar. En la mayoría de los casos, 27 países muestran diferencias a costa de niños y 24 a costa de niñas. En 73 países hay menos niños que niñas, matriculados en el segundo ciclo de educación secundaria, y solo en 48 países hay más niños que niñas. Esto tiene como consecuencia que, a nivel global se matriculan en educación universitaria 88 hombres cada 100 mujeres. Estos datos, se recabaron antes de la pandemia por covid-19, y las evidencias muestran que toda esta situación se agravó durante los procesos de confinamiento y el largo período sin escolaridad presencial.
En 57 países las niñas superan a los niños de 10 años en competencias de lectura. En matemáticas, que siempre ha habido una brecha en desmedro de las niñas, esta brecha se va cerrando, ya que las niñas van igualando su desempeño. Si bien esto puede leerse positivamente, por un lado, no es una cosa tan buena si es que los varones bajan su desempeño, y se suma a los factores que indican el deterioro en su rendimiento escolar en general.
¿Cuáles son los múltiples factores que influyen en la desvinculación de los varones?
A nivel del microsistema, muchos de estos factores tienen que ver con el género, la familia, pobreza, ruralidad, presiones económicas y expectativas diferenciales de madres y padres con respecto a los varones, ya que - en la mayoría de los casos - su función social es proveer apoyo económico a las familias, lo que lleva al mercado de trabajo de forma temprana, violencia, pertenencia a bandas. Es el comportamiento de los adultos y sus expectativas que van influyendo y construyendo estas realidades, al valorar las masculinidades tóxicas. Y simultáneamente hay muchos factores en lo macro y micro que exigen una respuesta del sistema educativo.
Aquí se puede agregar otros que pueden tener rasgos específicos en la región, como los son el conflicto, desplazamiento forzado, barreras de idioma, discriminación, impacto del covid-19 (que ha sido muy grande, fundamentalmente debido a los cierres escolares muy extensos de los dos últimos años). El informe destaca que muchos países no tienen políticas específicas enfocadas en niños varones, solo en países de alto ingreso, pero pocos países han empezado a ver este tema en niños varones.
Hemos invertido tanto en niñas y en apoyar las tremendas desigualdades que las perjudican, que cuando empezamos a mirar con perspectiva de género en niños varones, vemos que hay mucho por hacer también y que estábamos dejando de lado a esta población. Es importante considerar este tema porque el proceso de desvinculación tiene efectos económicos y sociales muy altos. Es importante promover el trabajo en niños varones, que no quiere decir que las niñas ya no importan, sino que hacerlo considerando también a los niños varones es ganar - ganar.
¿Cuál cree que es el rol de la educación integral de la sexualidad para abordar este problema?
Como mencionaba previamente, hay múltiples factores que van contra la calidad educativa, y que influyen en la desvinculación de los varones en la educación. No solo es el abandono, sino que este es parte de un proceso que empieza mucho antes con ausencia a clases, los varones se van desvinculando de a poco del sistema educativo, esto es un proceso gradual y por eso hay mucho para prevenir y hacer.
En este sentido, una de las estrategias claves es la educación integral de la sexualidad, con enfoque de género. La misma tiene un rol importante para revertir estos tremendos problemas que existen en la educación, y afectan las oportunidades y la equidad de género. Desde UNESCO siempre decimos que la EIS de calidad ayuda a construir no solo los conocimientos sino también actitudes, valores y habilidades. Nos obliga a formar sociedades con normas de género más equitativas, que fomentan la autonomía y la toma de decisiones, con mayor igualdad, respetando y valorando la diversidad, el pensamiento crítico, la solidaridad con uno mismo y con los demás a nivel social.