← Boletín 17 - Agosto 2022

IntercambiEIS
Boletín digital de Educación Integral en Sexualidad para América Latina y el Caribe

Haciendo camino al andar (4)

Los desafíos de la ESI en la formación docente; contando una experiencia
La integralidad en la nueva agenda de la ESI

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En el marco del Ciclo de conferencias de la comunidad de prácticas ESI, del Programa de Ciencias Sociales y Salud de la FLACSO Argentina, presentamos la conferencia "Los desafíos de la ESI en la formación docente", en base a la reciente publicación del libro “Una agenda de la ESI para la formación docente. Herramientas críticas para desgenerizar las prácticas escolares”.

Por: Manuel Agulleiro, José Luis Gómez y Fabiana González. Esquel, Chubut, Patagonia Argentina

En el marco del Ciclo de conferencias de la comunidad de prácticas ESI, del Programa de Ciencias Sociales y Salud de la FLACSO Argentina, presentamos la conferencia "Los desafíos de la ESI en la formación docente", en base a la reciente publicación del libro “Una agenda de la ESI para la formación docente. Herramientas críticas para desgenerizar las prácticas escolares”; Buenos Aires: Editorial Noveduc (2022).

En la misma trazamos algunas líneas de reflexión en torno a la formación docente y los alcances de la Educación Sexual Integral. Planteamos que la ESI en la formación debe constituirse como lugar que permita una reflexión sistemática respecto de la sexualidad humana, desde una perspectiva que no solo la desnaturalice y desbiologice, sino que interpele al sujetx y a la institución de conjunto de manera integral. Señalamos como central que la reflexión debe empezar por nosotrxs mismxs, para luego pensar lxs sujetxs de cada uno de los niveles para los que lxs estudiantes se forman, incorporando en la mirada el enfoque integral en su radicalidad; para pensar y sobre todo para intervenir en las organizaciones educativas.

De este modo, consideramos relevante repensar la ESI en su complejidad, valorando que la misma debe descentrarse de su territorio “natural” y de su anclaje teórico prescripto, en el sentido de construir a futuro una ESI más allá de su territorio y de su marco epistémico actual.

Pretendimos dar cuenta de una experiencia situada, que en buena medida sistematiza lo realizado desde 2012 hasta la actualidad. En este sentido, contar lo experienciado, compartir lo hecho y reflexionar respecto de los desafíos pendientes, fue anudando algunos interrogantes a manera de ejes a desarrollar, que operan como preguntas guía, que al mismo tiempo trazan las líneas críticas desde las cuales fuimos pensando el recorrido, coordinando espacios ESI en la formación; a saber: ¿Cómo se incorpora la ESI en la Formación Docente de la Provincia del Chubut? ¿Cuáles son los principales obstáculos para su implementación en la Formación Docente? ¿Por qué resulta estratégico transversalizar la perspectiva de género y el enfoque integral en la Formación Docente? Y finalmente ¿Qué acciones, a partir de nuestra experiencia, consideramos que permiten transversalizar la ESI?

Fue nuestro interés entonces, a partir de dichos interrogantes, trazar algunas líneas, algunas reflexiones, a fin de compartir herramientas para la intervención, siempre en línea con fortalecer lo que pasa a nivel territorial escolar. Es decir, valorar la implementación de la ESI en clave militante, política y académicamente implicada en el Nivel Superior, poniendo en tensión sus alcances, sus dificultades, sus “idas y vueltas”, lo que nos permite repasar de manera crítica los desafíos y las perspectivas a futuro. En definitiva, contar la experiencia, contar desde el cuerpo una serie de acciones, compartir miradas; lecturas que, al mismo tiempo, condensan experiencias colectivas que anclan en nuestra vivencia como docentes en la formación y que creemos sirven de aporte a los fines de interrumpir lo educativo, al menos en lo que al trabajo con la ESI supone.

Como es sabido, la Ley 26.150 establece un piso común de contenidos y ejes prescriptivos, a la vez que da resguardo legal y un marco de legitimidad que permitió desplazar los límites del trabajo con y desde las sexualidades en las escuelas. En este sentido, decíamos que, es a partir del año 2012 que los nuevos diseños curriculares de la provincia de Chubut (Patagonia, Argentina) para la formación docente inicial, incorporan unidades curriculares (UC) para el abordaje de la Educación Sexual Integral en la formación docente. De este modo, a partir de ello, con esfuerzo y convicción, se fueron sosteniendo iniciativas y propuestas (dispares) con el objeto de instalar una cultura institucional atenta respecto de las líneas generales de la ESI.

En este punto, planteamos que la experiencia de la implementación de la ESI en el marco de la UC (el taller de ESI) fue (y sigue siendo) clave como espacio “de trinchera”, en donde no solo hacer la ESI, sino, y sobre todo, desde donde proyectarnos hacia la organización de conjunto con el eje puesto en lograr su institucionalización. Sin embargo, advertimos que en la medida que no se incorporen de manera sistemática y transversal a la formación los aportes de las pedagogías críticas feministas, es decir, en la medida que no se logre ampliar la I de la integralidad; no se podrán transformar de manera sustancial las lógicas sexistas que hegemonizan las instituciones.

Es así como, que lo que invitamos a pensar, es a revisar sentidos y alcances en torno a la actualidad de la ESI en la formación docente. Revisar la transversalidad e integralidad resulta fundamental porque en virtud de las transformaciones sociales y legales, en torno a las políticas socio sexuales, nos merecemos una reflexión profunda con respecto a su implementación (sus obstáculos y desafíos). Lo entendemos de este modo, porque creemos que es desde una ESI feminista, disidente e interpeladora de la cultura machista imperante, que se dará una transformación educativa de conjunto.

De este modo, la experiencia compartida en buena medida tensiona respecto de las prácticas ESI en el Nivel Superior, prácticas que a menudo reponen modelos estereotipados de la ESI; o en otros casos, prácticas que quedan atrapadas en las líneas teóricas y metodológicas de la ESI prescripta y propuesta desde el Programa Nacional (PESI), que al mismo tiempo que irrumpió de manera fundamental en relación a pensar colectivamente las inequidades en la escuela, resultó (a nuestro criterio) de un techo que posibilita pero a la vez limita.

Sin embargo, las cuestiones que planteamos en la presentación, lejos de considerarlas razones para la impugnación de esta política, deben ser leídas desde el punto de vista del feminismo como una habilitación estratégica, ya que revisar la experiencia y darle una mirada situada, nos permite correr los límites de la formación docente y politizarla en clave crítica.

Con esto, lo que pretendemos es releer a la ESI (desde el Nivel Superior), no como un conjunto de prácticas pedagógicas ya consumadas, sino como un territorio de sentidos fuertemente disputados y en permanente conflicto; más aún pensando que la ESI (y sus desafíos) se inscriben en un escenario latinoamericano y argentino en particular, donde los movimientos sociales muestran una capacidad para motorizar procesos disruptivos en lo que a las sexualidades toca.

En este sentido, desde nuestra experiencia, entendemos que incorporar marcos teóricos propios del feminismo crítico permite interrogar (y deconstruir) la gramática escolar sexual imperante, posibilitando la revisión de gestos, prácticas, experiencias, y de modos de ser, estar y existir en las instituciones. Es claro que, a esta altura de la ESI, recuperar de manera situada los postulados de las pedagogías críticas feministas en la formación inicial, tiene sentido en la medida que se amplían los ejes a tematizar, es decir se genera una nueva agenda de la ESI, así como emergen nuevos activismos, sujetxs y demandas.

Ante estos elementos que consideramos problemáticos, y en función de nuestra experiencia, planteamos algunas cuestiones que invitan a reflexionar:

Como primer elemento problemático, decíamos que la ESI en el Nivel Superior logró su curricularización a través de la incorporación de la Unidad Curricular ESI, pero no alcanzó su incorporación en los proyectos áulicos de las demás UC (ni en las acciones institucionales) ni su transversalización.

En segundo lugar, en términos tendenciales, encontramos que la presencia de las UC (talleres ESI) operan como atomizadores en relación con su abordaje transversal1.

En tercer lugar, el perfil epistémico y el diálogo con los activismos socio-sexuales en la formación nos plantean un obstáculo evidente que resulta de la imposibilidad (volvemos a subrayar el hecho de que nos referimos en términos generales) de poner en sintonía la práctica docente con los debates públicos que emergieron a partir de la implementación de políticas que, directa o indirectamente, reconocen las desigualdades que violentan a las mujeres y las disidencias sexuales en distintos ámbitos. En este punto resulta necesario ampliar la I de la Integralidad, pues las experiencias de implementación de la ESI tuvieron (y tienen) un obstáculo complejo en el que su devenir no terminó (y no termina) de articular nuevas formas, ni mucho menos ampliar los ejes, temas y preocupaciones en línea con perspectivas feministas críticas. La ESI en el Nivel Superior, a nuestro criterio, en términos tendenciales no ha podido hasta ahora resignificar su alcance, ni revisar su formato, ni estructurar acciones críticas que ordenen sus intervenciones en el aula y más allá de ella.

En función de este recorrido que venimos realizando en torno al abordaje de la ESI en la formación docente inicial fuimos despejando que es necesario trazar líneas estratégicas de acción para la implementación de la ESI en el nivel.

En principio consideramos fundamental trazar complicidades, alianzas, en las instituciones que permitan la conformación de equipos de trabajo a fin de sostener acciones ESI, no solo al interior de cada espacio curricular, sino también institucionales. En este punto, reconocemos que en las organizaciones hay sectores que se oponen a las políticas de ampliación de derechos, sectores antiderechos que obstaculizan la implementación; pero, sin embargo, coexisten en las organizaciones educativas actorxs sensibles, interesadxs, comprometidxs con los procesos de transformación y de institucionalización de la ESI.

En líneas generales planteamos una serie de “buenas prácticas” a manera de acciones estratégicas:

Estos puntos, que, por supuesto no agotan las complejidades que la implementación de la ESI tiene en la formación, creemos que son elementos críticos, que trabajados de manera sistemática permiten ir consolidando políticas pedagógicas ESI en la formación docente. Sin embargo, esto será posible en la medida que pongamos colectivamente en tensión los modelos y los alcances de la integralidad; corriendo los postulados de la ESI binaria a partir del diálogo con los aportes de los activismos feministas, y por supuesto, estableciendo redes, articulaciones, adentro y afuera de la institución.

Finalmente, señalamos que es claro que la existencia de la ESI es motivo de fuertes controversias, pero es desde ahí que partimos, reconociendo el conflicto que esta política trae, y es a partir de ella que podemos colectivamente ir construyendo nuevos sentidos posibles.

Es entonces que hace un tiempo que nos venimos proponiendo en el ISFD donde trabajamos, interrumpir esos sentidos, a partir de darle mayor densidad conceptual, teórica, a la manera de leer lo educativo de conjunto. Esto, sin perder de vista que la ESI resulta de una política pública nodal que debe poner en cuestión las formas violentas y exclusoras imperantes.

Te invitamos a ver la presentación del libro en la CdP- ESI aquí

  1. Estos obstáculos en la transversalización (en todos sus niveles de complejidad), si bien pueden ser explicados a partir de múltiples variables, afirmamos que, en líneas generales, en la formación docente la existencia de una unidad específica (con personal docente especializado, y un formato y alcance prescrito) si bien fue un logro, se constituyó como un obstáculo. En otras palabras, a partir de la incorporación del Taller ESI como unidad curricular en la formación, se desplegaron acciones significativas en relación con la ESI, pero no se sistematizaron, ni mucho menos se transversalizaron, en tanto han quedado bajo el ejido del taller de ESI y correlativo con esto a lxs profes de ESI. De esta manera, reconocemos que a lo largo de estos años se evidencia una tensión entre la necesidad del espacio específico y una ESI que atraviese la formación; la cual se resolvió (y en líneas generales se resuelve) a favor del anclaje áulico en detrimento del institucional de conjunto.

Contacto: amfabiana@hotmail.com