“(…) Cartografiar no los territorios/ sino los movimientos (…) /Decir la afluencia/ de millones de puntos que construyen un eje/que nos interroga (…)”.
Calvo, L. (2021). La brújula del meridiano. Godot, p. 9.

Coordinación general: Andrea Brito.

La cartografía y sus objetos fascinantes, su magnetismo casi universal…y en la palabra “cartografía” los ecos de otras: “escribir”, “decir”, “escuchar”, “leer”, “mapas”. Para un mercader un mapa es un archivo donde encontrar sus posesiones, para un botánico puede ser un calendario de futuros hallazgos, para viajero la promesa de un itinerario pendiente. Los mapas nos enseñan lo que desconocemos, nos permiten explorar territorios y, también, nos ayudan a ver lo que creíamos saber. Desde allí, nos preguntamos: ¿qué es un “mapa” para quienes nos dedicamos al quehacer docente? ¿Qué coordenadas necesitamos trazar y qué equipaje preparar para emprender la travesía en el Meridiano El Aula? ¿Qué de aquello que hemos construido tiene un lugar en ese equipaje? ¿Qué resulta necesario recrear? ¿Con qué elementos podemos afrontar lo nuevo cuando se trata de pensar la enseñanza de la lectura, la escritura y la oralidad de modo específico?

Los territorios de la lectura, la escritura, la oralidad y su enseñanza han sido cartografiados desde los inicios de la escuela. Cada época y cada circunstancia histórica dota de variados sentidos a estas prácticas e interpela los modos para su transmisión. En el escenario cultural contemporáneo, la cultura digital delinea nuevos trazos haciendo de la relación entre el leer, el escribir, el hablar y el escuchar una oportunidad para pensar la construcción de identidades y el fortalecimiento de comunidades en contextos educativos.

La invitación que acercamos se propone como un encuentro para diseñar alternativas a comienzos del año escolar; una tarea de planificación compartida para iniciar nuestra tarea en las aulas. Pero también es un encuentro para proyectar recorridos y producciones a poner en juego a lo largo de todo el año. Así, nos aventuramos a pensar la enseñanza de estas prácticas, en términos de inicios y continuidades, como movimientos asociados con las inquietudes que atraviesan nuestra tarea cotidiana. Las claves de acceso para embarcarnos serán las consignas y los itinerarios, integrados con una mochila de recursos.

Los ejes de esta propuesta formativa serán:

• Oralidad: “De decir la experiencia para mostrar a conversar para aprender”.
• Lectura: “De leer para reproducir a leer para explorar, intercambiar y escribir”.
• Escritura: “De copiar para transcribir a escribir para registrar, (re) crear y conocer”.
• El aula como posibilidad: consignas, itinerarios y recursos para la enseñanza de la lectura, la escritura y la oralidad.