Salud mental y educación. El eslabón frágil de nuestro tiempo

Modos de nombrar y hacer con el malestar. Hacer lugar a presentaciones inhabituales.


Fundamento

En la actualidad, y en particular luego de la pandemia derivada del COVID- 19, la cuestión de la Salud Mental como parte del discurso médico, ha pasado a ser una de las referencias centrales al momento de abordar presentaciones inhabituales, excepcionales, raras, de estudiantes en las instituciones escolares, en la pretensión de que dicha referencia o atribución de sentido, ordene, acomode algo de los disruptivo. Las clasificaciones que organizan los manuales de psiquiatría penetran hoy distintos ámbitos, incluyendo el de la educación. Es habitual que las escuelas reciban niños, niñas y púberes- adolescentes a quienes se nombra a través de etiquetas diagnósticas. Esas designaciones, sin embargo, poco orientan respecto de intervenciones educativas. Se hace uso entonces, de clasificaciones o diagnósticos que nombran dichas presentaciones de los/as estudiantes, pero detienen posibles ejercicios de investigación, o de elaboración de un saber- hacer por parte de lo/as educadores/as en la especificidad del discurso educativo.  ¿Cuáles son niños, niñas y adolescentes por los que se convoca a intervenir a profesionales “psi” en el campo educativo? Se trata de aquellos/as estudiantes que quedan “por fuera” porque no logran participar de una trayectoria escolar o educativa común, por una particular presentación o ubicación en la oferta educativa o escolar: niños, niñas y púberes- adolescentes que se presentan de manera extraña, rara, inhabitual y/o que muestran una ajenidad respecto del enlace con los otros, con las palabras o las cosas del mundo.

Se invitará a considerar para este trabajo entre salud mental y educación, con los aportes del psicoanálisis en un diálogo interdisciplinario, la posibilidad de disponer de ciertas estrategias de recibimiento de lo que se presenta como inhabitual, como reverso de la tendencia clasificatoria hegemónica que cierra la oportunidad de elaboración de un saber, funcionando como solución a los problemas, con efectos de vaciamiento del saber pedagógico. Propondremos una actualización del malestar en la cultura (Freud, 1930) revisando particularidades de la época caracterizada por el intento de “dominio” o de pretensión de solución de los problemas mediante respuestas estandarizadas, en el autoexamen, o en protocolos de intervención que se enmarcan en otros saberes que no son los pedagógicos. Se ofrecerán algunas claves teórico-prácticas para reorientar el trabajo hacia la restitución del vínculo educativo.