La evolución reciente de la fuga de capitales en argentina

Bona, L.M. (2024). “La evolución reciente de la fuga de capitales en argentina”, FLACSO-Área de Economía y Tecnología/ CIFRA, junio 2024.

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El debate sobre el drenaje de riqueza de la economía argentina ha sido jerarquizado como un elemento central del funcionamiento macroeconómico argentino de las últimas décadas. La fuga de capitales puede definirse como la salida de recursos, generalmente en forma de divisas, del sistema financiero argentino, y es un fenómeno común en países periféricos. Si bien existen numerosos debates sobre las causas de la fuga de capitales en Argentina, reviste mayor consenso el análisis de sus consecuencias directas (se resienten las fuentes de inversión, el Estado percibe menos recursos al eludirse la imposición tributaria, las divisas que se fugan debilitan el nivel de reservas internacionales) e indirectas (la menor inversión impacta negativamente en producción y empleo, el Estado tiene menor capacidad para recaudar sobre los grupos de mayores ingresos, lo que eleva la desigualdad, y también se ve restringido para hacer frente a sus obligaciones, y la disminución de divisas debilita la solidez financiera y monetaria, generando presiones sobre la cotización del peso y por ende, los precios).

En este contexto, este breve ensayo pretende aportar al debate sobre la cuantificación de la fuga de capitales, pues no sólo existen diversas formas de caracterizar el fenómeno, sino también sobre las formas de medirlo. Se presenten entonces cuatro estimaciones de la fuga de capitales en Argentina: dos provenientes de evidencias del Banco Central (cambiaria y de formación de activos externos), una elaborada en base a datos del balance de pagos (el método residual del balance de pagos) y una que surge de la posición de inversión internacional (el método de stocks). Los cálculos muestran que en Argentina se fugaron, entre 2002 y 2023, entre 260 y 370 mil millones de dólares (a valores constantes de 2023), dependiendo del criterio utilizado. La cifra equivale a aproximadamente el 50% del producto bruto argentino de ese año.