Adiós al querido Eduardo Basualdo
Eduardo Basualdo fue, es y será una marca registrada de la FLACSO Argentina. Economista de formación (Lic. en Economía por la Universidad Católica Argentina en 1970, Dr. en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA en 2005) y comprometido militante político, a la vuelta de su exilio fue uno de los fundadores del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO en 1983, junto a sus colegas Hugo Nochteff y Daniel Azpiazu, área que coordinó desde 1997. En 2005 creó, junto a ellos y con la participación de Enrique Arceo y otros intelectuales, la Maestría en Economía Política con mención en Economía Argentina de la FLACSO. Fue investigador del CONICET desde 1989, integrante del Instituto de Estudios sobre Estado y Participación (IDEP) de la Asociación de Trabajadores del Estado (1990-2004), creador del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA de la Central de Trabajadores de la Argentina), integrante de la Comisión Directiva del CELS (2001-2020), director de YPF (2012-2013), entre una gran cantidad de proyectos científicos e instancias colectivas.
Dentro de su vasta producción científica sus principales líneas de investigación se centraron en el análisis de los patrones de acumulación de capital, el endeudamiento externo y la fuga de capitales en tiempos de valorización financiera, el minucioso estudio del poder económico y su tendencia a la conformación de grupos económicos, y, entre otros, el examen de la propiedad en el agro pampeano.
Sus importantes contribuciones en el plano académico se plasmaron en múltiples publicaciones de libros, revistas científicas y documentos de trabajo. Solo para citar algunos de sus libros más destacados (como autor o coautor) cabe mencionar (en orden cronológico) a: “El nuevo poder económico en la Argentina de los años ochenta”; “¿Quién es Quién? Los dueños del poder económico (Argentina 1973-1987)”; “El nuevo poder terrateniente. Investigación sobre los nuevos y viejos propietarios de tierras de la Provincia de Buenos Aires”; “Los grupos de sociedades en el sector agropecuario pampeano. Metodología y criterios para su determinación y análisis”; “Concentración y centralización del capital en la Argentina durante la década de los noventa. Una aproximación a través de la reestructuración económica y el comportamiento de los grupos económicos y los capitales extranjeros”; “Estudios de historia económica argentina. Deuda externa y sectores dominantes desde mediados del siglo XX a la actualidad”; “Sistema político y modelo de acumulación”; “Fundamentos de economía política. Los patrones de acumulación desde los clásicos al neoliberalismo del siglo XXI”; “Endeudar y fugar. Un análisis de la historia económica argentina de Martínez de Hoz a Macri”; “Los sectores dominantes en la argentina. Estrategias de construcción de poder desde el siglo XX hasta el presente”. La intersección entre rigor académico y compromiso político puede verse claramente en la dedicatoria de su libro “Estudios de historia económica argentina. Desde el siglo XX a la actualidad” (2006): “A nuestros muertos en la lucha por la liberación nacional, que ya son parte de la identidad popular y habitan en nuestro corazón; a la clase trabajadora argentina que con sus pasos marca nuestra senda; a los luchadores sociales y políticos que cotidianamente recrean la solidaridad y la organización social.”
Además de ser una persona inmensamente querida, como puede verse en la multiplicación de palabras en su despedida, y de haber creado, con su compañera de toda la vida, Margarita Richards Flynn (1946-2018), una gran familia de seis hijos/as y once nietos/as, Eduardo Basualdo fue un verdadero “líder intelectual”. Deja un profundo legado en lo institucional y en lo referido al pensamiento económico, que seguramente será continuado por los múltiples investigadores/as que se ocupó de formar. Es el caso de sus equipos de investigación (fundamentalmente en el Área de Economía y Tecnología de la FLACSO y en el Centro CIFRA), de sus becarios doctorales y de sus alumnos de la Maestría en Economía Política, sede de debates intensos y valiosa construcción académica. De allí que quisiéramos terminar esta semblanza con un escrito que le dedicó Julián Scher, uno de sus alumnos de la Maestria:
“Lo que se va a extrañar a Eduardo Basualdo.
-Quisieron enterrarnos, pero no sabían que éramos semilla.
El verso de Ernesto Cardenal. La tenacidad para persistir en el tiempo. Estudiar, militar, investigar, escribir, enseñar, resistir, trabajar. Exiliarse y regresar. Estudiar, militar, investigar, escribir, enseñar, resistir, trabajar. Así hasta hace apenas un rato. Un papá con vocación de legar coherencias. Un tipo de esos a los que los amigos esperan. Un eslabón de la generación que intentó poner patas para arriba a la injusticia. Granitos de arena para sedimentar la memoria popular. Raíces subterráneas esparcidas para mantener en alto la lucha de los compañeros que no están. Horas y horas delante de alumnos y de alumnas porque de eso se trata también la pasión. El faro de tanto historiador que llega y de tanto economista que vendrá. Y de esos que ahora mismo están llorando con sus libros en la mano. Lo que se va a extrañar a Eduardo Basualdo.”
¡Hasta siempre querido Eduardo Basualdo! “