El fallecimiento de Alfredo Monza nos causó a muchas y muchos de nosotros un fuerte impacto, y dolor. Quienes tuvimos la fortuna de conocerlo e interactuar lo recordamos primero como una excelente persona, con valores y principios claros, con diálogos o debates en los que aparecía siempre la ironía de su humor, la profundidad de sus juicios sustentados en el conocimiento y dominio de la teoría económica y de su experiencia como investigador.
Tenía 83 años, y siempre lucía vital. Era rosarino de nacimiento, y allí hizo sus primeros estudios universitarios en la por entonces Universidad Nacional del Litoral, a fines de los ’50, y luego ya en los ’60 comenzó con estudios de doctorado en la misma Universidad. Su formación continuó en Chile en Escolatina, donde obtuvo la Maestría en Desarrollo Económico. A posteriori, prosiguió sus estudios de doctorado en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, donde estuvo 3 años, hasta comienzos de la década del ’70.
Profesionalmente, estuvo casi una década trabajando como investigador en el Instituto Nacional de Planificación (CONADE) de nuestro país, donde llegó a ser Director General de Planificación Global. Entre 1974 y hasta el inicio de la Dictadura fue el Director de la Maestría en Economía Agraria en la Escuela para Graduados en Ciencias Agropecuarias del INTA, Castelar. El régimen militar cerró ese centro académico, y Alfredo, junto con otros docentes fueron detenidos. A los pocos meses, pudo salir y debió exiliarse, como otros miles de compatriotas, recalando en México, donde se incorpora a la FLACSO, que recién comenzaba sus actividades académicas, luego de la clausura por la Dictadura de Pinochet. Primero fue investigador y coordinador de docencia, y posteriormente fue el responsable de la Escuela Latinoamericana de Economía en FLACSO México. Luego invitado por Oscar Braun, se desempeñó como profesor en el Institute of Social Studies, en La Haya, Holanda.
Desde mediados de 1980 y hasta 2007, año de su retiro, aportó sus saberes y su experiencia en la OIT. Primero como consejero regional en Planificación y Políticas de Empleo, en el PREALC, con sede en Santiago de Chile. Luego, con el retorno de la democracia, retornó al país, desempeñándose como en un primer momento como experto en el Proyecto sobre Políticas de Empleo, Recursos Humanos y Remuneraciones, en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y también coordinando el proyecto de respuesta a la crisis argentina de 2001, entre otras tareas. Fue asimismo consultor del Banco Mundial, el BID, la CEPAL y el INDEC en distintos momentos de las décadas del 90 y del 2000.
Alfredo, era un reconocido especialista en temas de empleo, distribución del ingreso y teoría económica, y por ello fue profesor de economía en varias maestrías, como la de planificación agraria de la Universidad de Mar del Plata, en el INTA Balcarce; de Economía Agraria en el INTA Castelar; en la de Ciencias Sociales de FLACSO y la Universidad de Rosario; en la Escuela de Gobierno del INAP; en la de Altos Estudios del Banco Patricios; en la Universidad Nacional de General Sarmiento, en la Universidad Nacional de San Martín, y en varias maestrías y posgrados de la FLACSO, donde fue el Director de la Maestría en Diseño y Gestión de Políticas y Programas Sociales, desde 1998 hasta este año. Merece recordarse que por sus aportes y trayectoria recibió el premio Kónex en Desarrollo Económico, en 1996.
Por su calidad docente y dedicación fue distinguido, apreciado y reconocido como un profesor ejemplar. Miles de profesionales de las ciencias sociales disfrutaron de sus clases, de sus reflexiones, de sus aportes, a lo largo de tantos años.
También lo fueron investigadores con quienes compartió equipos impulsando el fortalecimiento de instituciones académicas, como el IDES, que presidió durante varios años, después de haber sido director de la Revista de Desarrollo Económico. A lo largo de su carrera académica, fue autor de libros, algunos de gran influencia, como Sraffa y sus usos; Empleo y Salarios (en colab.), y de capítulos en libros sobre la problemática del empleo, la precariedad laboral, también reflejada en decenas de artículos publicados en revistas y documentos de trabajo. Como intelectual comprometido analizó críticamente el proceso de transformación productiva con sus consecuencias en el mercado de trabajo en la Región, pero particularmente en Argentina, así como sus efectos de exclusión social.
Como muchos cientistas sociales fue un intelectual comprometido con los valores de construcción de una sociedad más equitativa, en la que el trabajo es un eje central a defender y promover. Precisamente por la defensa de estos valores, sufrió la cárcel y el exilio. En la vida académica, en varias ocasiones padeció el destrato de colegas, pero también construyó vínculos de respeto, reconocimiento y amistad de casi todas y todos quienes tuvimos la suerte de conocerlo; de disfrutar dialogando con él; de escuchar y aprender de sus reflexiones y aportes agudos.
Se fue un intelectual de fuste, y un compañero de trabajo y de estudios de muchas y muchos de nosotros. Alfredo, MUCHAS GRACIAS por tu contribución a nuestra Institución. Tus amigas y amigos de la FLACSO, sede Argentina, VAMOS A EXTRAÑAR tu presencia permanente. Nos comprometemos a seguir tu legado.
ÁREA DE DESARROLLO HUMANO Y SALUD
ÁREA DE ECONOMÍA Y TECNOLOGÍA
ÁREA DE ÉTICA, DERECHOS Y BIENES PÚBLICOS GLOBALES
ÁREA DE RELACIONES INTERNACIONALES
ÁREA DE SOCIEDAD Y VIDA CONTEMPORÁNEA
PROGRAMA DE ESTUDIOS SOCIALES AGRARIOS
NATHALIE PUEX, Área de Antropología Social y Política
ANDREA RIZZOTTI, Área de Estudios Latinoamericanos
DIANA TUSSIE, Área de Relaciones Internacionales
EQUIPO DOCENTE del Programa en Políticas Sociales.