Bernardo Kliksberg y sus impresiones sobre la pandemia
“Más Estado y con rostro humano”
Con más de 1000 inscriptos de Argentina y la región, el reconocido especialista dio una conferencia este martes en la apertura de una serie de entrevistas a diferentes expertos sobre Desigualdades en el marco del COVID-19, una iniciativa conjunta entre FLACSO Argentina, CLACSO y la Fundación Friedrich Ebert.
Bernardo Kliksberg, uno de los mayores expertos argentinos en desigualdad, inauguró el Ciclo de Entrevistas “COVID-19, desigualdad y políticas públicas distributivas”, una serie de encuentros con diferentes expertos convocados por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y la Fundación Friedrich Ebert para pensar qué efectos está dejando la pandemia en nuestras sociedades y qué políticas debieran adoptar los gobiernos para superarlos.
La especialista Roxana Mazzola, quien coordina el Diploma Superior en Desigualdades y Políticas Públicas Distributivas del área Estado y Políticas Públicas en FLACSO Argentina, junto a Pablo Vommaro, de CLACSO, estuvieron a cargo de la presentación, enfatizando la experiencia y trayectoria de Kliksberg, autor de numerosos libros e investigaciones sobre desigualdad en América Latina.
Kliksberg hizo énfasis en el grado de vulnerabilidad frente al virus que padecen las poblaciones más vulnerables, asegurando que cualquier agenda de política pública que se implemente a partir de ahora debe contemplar cuatro grandes condicionantes que actuaban antes de la pandemia y que el COVID profundizó: pobreza, desigualdad, cambio climático y racismo.
En ese sentido, destacó cómo países que hoy tienen despliegues de políticas en estas agendas están enfrentando la pandemia con un éxito relativo superior, como son Noruega, Finlandia y Dinamarca, mientras que América Latina, que cuenta con un 8% de la población mundial, hoy explica casi el 50% de las víctimas por Coronavirus, donde Brasil por sí sólo explica casi un tercio.
“Hay que destacar el papel de la ciencia y la transparencia en la información. La transparencia ha contribuido a incrementar la confianza en los liderazgos, respaldados en lo colectivo y fomentando una cultura edificada sobre la base de la solidaridad. Es precisamente lo contrario a lo que ha hecho Brasil”, sostuvo, al tiempo que para América Latina destacó especialmente el manejo de la crisis sanitaria que están haciendo Uruguay y Paraguay.
CEPAL proyecta para América Latina una caída general del 9,4% y de las remesas, que para algunas economías constituyen una muy importante fuente de ingresos, de alrededor del 20%. Según el especialista, esto proyecta para la región un 38% de su población por debajo de la línea de pobreza y, de ese porcentaje, un 40% en situación de pobreza extrema. “Como parte de las iniciativas a impulsar, es muy importante apuntalar a las PYMES, que son creadoras del 66% del empleo en América Latina y por lo tanto deben ser parte de la preocupación de los gobiernos”, enfatizó. A su vez, llamó a trabajar en un ingreso básico universal, un debate definitivamente instalado en nuestro país.
El mundo postpandemia
“Un tema estructural que hay que abordar, inmediatamente a la salida de la pandemia, es el cambio climático. Nos quedan 10 años antes de que algunos de los ecosistemas exploten. Los tiempos se han acelerado, los gases de efecto invernadero vienen siendo muy importantes. Noruega, que se desarrolló muy fundamentalmente gracias a sus hidrocarburos en aguas profundas, hoy ha construido 36 parques eólicos para aumentar la incidencia de las energías limpias en su matriz”, sostuvo Kliksberg.
Como agentes que encabecen los cambios centrales que se imponen en el mundo a partir de ahora, el especialista argentino radicado en Nueva York encuentra a jóvenes y mujeres como principales protagonistas: “Los países que mejor han enfrentado la pandemia, no por casualidad, están liderados por mujeres. Ellas han demostrado mayor destreza y sensibilidad para atenuar la crisis, y han creado liderazgos propios que nada tienen que envidiarle a los típicamente masculinos, sumando lo que se conoce como ‘políticas de compasión’. Y entre los jóvenes, el 95% tiene algún tipo de inquietud por incorporar a los debates de la postpandemia el tema del cambio climático. Claramente, desde mi opinión, son los sujetos transformadores que implican tener esperanzas de que lo que venga sea mejor, más allá de los efectos inmediatos de la pandemia que enfrentamos hoy”, destacó.
Finalmente, hizo un llamado a no resignarse a enfrentar la desigualdad que azota a nuestras sociedades: “Hay casos como los de Finlandia, que hoy tiene el mejor GINI del mundo pero que hace 40-50 años era expulsora de población al exterior, que demuestran que se puede actuar sobre la desigualdad en sus múltiples manifestaciones”, aunque también reconoció que estamos en el pico de desigualdad de la historia, y que muy probablemente en la salida inmediata de la pandemia enfrentemos un mundo más desigual aún.
“Las desigualdades se reproducen unas a otras, no son solo la de ingresos, sino de acceso a las nuevas tecnologías, a la tierra, de acceso a salud, educación, de género. Para atenuarlas o directamente erradicarlas, no solamente es necesario contar con un Estado presente: es prioritario que ese Estado tenga mayor rostro humano”, concluyó.