Revista digital Trafico de Experiencias Nro. 2
Revista revista virtual realizada por la Diplomatura Superior en Gestión Educativa de FLACSO Argentina.
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Editorial
Más allá, más acá.
Lo común entre las experiencias que una vez más traficamos es que brotan más allá.
El Envión y lo que se arma en el envés de sombra de lo calculado por el programa. El relato de Sandra Balossi, que nos convoca a la atención del afuera. La risa y la escuela, escritura que desafía el habla escolar instituida. La escuela ETICA, ínfima diferencia de poderosa fuerza. Porto Alegre o una cartografía de la experiencia del fútbol argentino más allá de los confines nacionales.
Es precisamente la sustancia dada al tráfico: la que detenta riqueza fuera de los códigos formalmente establecidos. La que sostiene la parte de la realidad que existe sin ser efecto de programas o reglamentos. Las experiencias en negro…Y ese tráfico, como fue el caso del crecimiento originario del pueblo Santa María de los Buenos Ayres con su famosa aduana paralela, es incluso el sustento “real” de lo que va construyéndose, navegando en las capas subterráneas de un imaginario social y en los cimientos del sistema legal -esa representación con escritorios y papeles- que lo traviste a favor de las corrientes que se vayan imponiendo.
Dice Marcela Martínez en su nota: El peso de la historia alisa los pliegues de la experiencia escolar actual porque pretende encajar en las líneas rectas del molde disciplinario, aún perdido, unas curvas que sí alojan las esquinas.
Y entonces el más allá se nutre del más acá, o es el modo de habitarlo.
¿Podemos a contramano de la historia pensar que el núcleo vivo de la escuela está en las esquinas? La esquina remite a la calle y la calle es el universo de lo no encerrable. Curiosa inversión, una escuela que ya no puede ser la “neutralización del afuera” sino su propia activación. El afuera de un lenguaje hermético y clasificable que se nutre de nuevas imágenes para nominar su existencia. En éste número la escuela se presenta como el trabajo de su afuera y se dice como: accidente, risas, derrames, escritura, problemas, cualquiera, territorio, asamblea, complicidades, camino, andado, afecciones.
Accidente como “exigencia” de un desvío que ve en lo inesperado la apertura de posibles; risas que extraviadas de la solemnidad ponen el dedo en la llaga de la inutilidad del simulacro escolar; derrames de flujos sólo pensables en su inclasificación; escritura como experimentación en el lenguaje y del lenguaje, como investigación de modos de decir que son modos de pensar; cualquiera como esa voz que aplana la jerarquía de valor; territorio nombre que se separa de espacio para encarnarse en las potencias de proximidad; asamblea como estado de conversación decisora; caminos que no son mapas.
Ninguna de estas experiencias se erige como solución de los trillados problemas escolares. Son más bien el efecto de una nueva distribución de deseos y percepciones que revela la naturaleza del ser como problema, como quería Bajtín.
Todas ellas están en problemas, más allá del vademécum de las alternativas que el mercado (educativo) pone a disposición. No hay posibles en los repertorios de cartillas, programas, planes, papers y capacitaciones. Lo posible no existe en parte alguna, hace falta crearlo más acá del riesgo, más acá de la imprevisibilidad y de la previsión, más acá de la imagen de un universal.
