Trabajo y pandemia
Por Héctor A. Poggiese, coordinador Área Desarrollo, Innovación y Relaciones Estado – Sociedad FLACSO Argentina.
Me propongo relacionar algunos aspectos propios del trabajo cuando vinculados a los efectos presentes y futuros de la pandemia que nos asola.
La catástrofe, como tal; sorpresiva, resistente, inesperada, genera respuestas de muy diverso tipo (personales, institucionales, comunicacionales, científicas, empresariales). Sin embargo la más relevante es la respuesta del estado, o mejor de los estados.
A nivel mundial, si de manera simple, dijéramos que el sistema relacional dominante en la vida moderna puede ser entendido en torno del triángulo Estado, Sociedad, Mercado (aunque sociedad a veces se confunda con Tercer Sector y/o Sociedad Civil), en torno al estado como actor es indudable que, sea obligado o por propia voluntad, ha tenido que asumir un rol decisivo. Reaparecer en los hechos y recuperarse en lo simbólico después de cuatro décadas de decadencia y de sumisión al capitalismo global neoliberal financiero, mirando ahora a la cuestión social y a la sociedad y olvidando ¿temporalmente? al mercado
Ahora, si consideramos al estado nacional en nuestro país, la política adoptada frente a la pandemia tiene tres pilares
- Es significativamente interinstitucional e intersectorial pues agrega a provincias y municipios de distinta orientación política
- Es interdisciplinaria porque se apoya en una asociación clara y contundente con el sistema de salud y con investigadores y científicos especializados de altísima capacidad, de renombre continental y mundial
- Fue temprana, casi simultánea con el desembarco del coronavirus en el país y se estructuró en una cuarentena
En esos tres ejes combinados hay un modelo construido en emergencia (no existía antes) diferente de las respuestas de los países centrales del sistema neoliberal (EEUU Inglaterra, Alemania) y de la UE (España Francia y otros) y eso parece anunciar que los daños en salud (muertes, enfermos, capacidad del sistema) serán bien menores en Argentina que en el mundo global empresario financiero.
En este punto podemos ingresar al análisis preliminar de los daños y transformaciones que la cuarentena y el aislamiento poblacional irán a perturbar, en un tiempo no estimado, y que ya se producen o se producirán en el ámbito del trabajo
- En lo inmediato, los jóvenes que colaboran con el cuidado de las poblaciones vulnerables, que trabajan como voluntarios en las políticas públicas no son llamados a participar en las decisiones de programas implementados en el territorio[1]
- En una fase contigua y próximo en el tiempo, las CyMAT (Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo) serán un escenario sometido a cambios, porque si hasta ahora el estado es regulador de los acuerdos entre empresas y sindicatos, ahora en la CyMAT es parte en aquellas que instituye en protección del trabajador frente a la pandemia. Hay que contar ahora con el estado, por sanitarismo elemental público, en los acuerdos que se tomen en los convenios[2]
- En el largo plazo la vida sindical, que nuestra historia es observada -con razón- como incompleta y controlada, puede sufrir cambios por la restricción al asambleísmo mientras perdure el aislamiento y por las reglas que en consecuencia se dicten a ese efecto.
Aquí, los esfuerzos políticos, sindicales y académicos deberán orientarse a la elaboración, diseminación y prácticas de asambleas, en parte presenciales, en arte virtuales. Todo un desafío que si no logra resultados positivos achataría la democracia sindical tanto como la curva de la pandemia
1° de mayo, 2020
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[1] Ver: “El trabajo de cuidado en los barrios populares. Un aplauso para ellas y ellos” de la Dra. Fabiola Carcar, investigadora del Programa Estudios y Relaciones del Trabajo de Flacso Argentina (escrito antes de la pandemia)
[2] Ej : el subte de Buenos Aires se paralizó al identificar que uno de sus trabajadores estaba enfermo de coronavirus, dado que en las CyMAT nunca se establecieron protocolos para actuar en caso de epidemias